Enero 20 de 2021

Fecha de corte de datos: Enero 13 de 2021 

La ONIC – Autoridad Nacional de Gobierno Indígena elabora periódicamente este boletín informativo para contribuir a la toma de decisiones oportunas y pertinentes por parte de las Autoridades Tradicionales, que se encuentran actuando en Derecho Propio para la protección de los territorios y comunidades, así como de organizaciones sociales y étnicas, entidades de cooperación e instituciones gubernamentales para aunar esfuerzos que permitan garantizar la pervivencia y la integridad de los 115 Pueblos y Naciones Indígenas durante la pandemia, así mismo, el seguimiento a las diferentes intervenciones y afectaciones territoriales.

El Boletín 055 presenta el análisis de riesgo a partir de una metodología propia, que puede ser consultada al final de este documento. Los datos presentados son producto de relacionar el ámbito territorial de los Pueblos y Naciones Indígenas, los datos recolectados por el Sistema de Monitoreo Territorial – SMT y los reportes oficiales del Instituto Nacional de Salud (INS).

De acuerdo a las orientaciones de los Mayores y Mayoras, a partir del Boletín 004 no se hace referencia al nombre científico del virus.

¿QUÉ CONTIENE ESTE BOLETÍN?

Actualización de afectación de la pandemia en Pueblos y Naciones Indígenas

Reiteramos la recomendación a la población indigena para mantener las medidas y protocolos de bioseguridad propios y el fortalecimiento de sus planes de contingencia locales y regionales, dado que ante la segunda ola de contagios que estamos viviendo, los niveles de prevalencia se han incrementado de manera acelerada en todos los municipios del país.

  • Actualización del nivel de riesgoEste boletín registra un total de 537.252 familias indígenas en alerta por probabilidad de contagio; se mantiene el número de familias en riesgo respecto al boletín 054, dado que la expansión del virus ha llegado al 100 % de los territorios. Del total de familias, se encuentran en riesgo extremo 0,5% (2.523 familias); Muy alto 11% (52.511 familias), moderado 3,3% (18.075) y Bajo 85.3% (458.143) familias, según prevalencia, letalidad y cercanía a un radio entre 15 y 45 kilómetros de los centros poblados y áreas no municipalizadas con casos confirmados. (Mapa 1 y Gráfico 2)
  • Histórico de casos en Pueblos y Naciones Indígenas: El Sistema de Monitoreo Territorial SMT – ONIC ha identificado que actualmente, el virus ha llegado a los 41.313 casos para Pueblos Indígenas y el registro de 3.411 casos nuevos. En los 293 días que el SMT ha realizado el seguimiento a la pandemia hasta la fecha, en promedio, en las comunidades se estarían presentando 141 casos diarios nuevos y cada 15 días se está duplicando el número de casos positivos. A la fecha de corte de este boletín, identificamos 1.385 casos de fallecidos.
  • Los pueblos indígenas Zenú, Mokaná, Los Pastos, Pijao, Muisca y Nasa deben prever posibles rebrotes en sus territorios.
  • A nivel nacional, el virus se ha expandido a 1.098 municipios y 12 áreas no municipalizadas: Yavaraté, Papunahua, Pacoa (Vaupés), La Chorrera, La Pedrera, Puerto Santander, Tarapacá (Amazonas), Mapiripana, San Felipe, Barrancominas, Puerto Colombia y Paná Paná (Guainía), es decir, el virus se habría expandido al 98% de los municipios del país. Para los Pueblos y Naciones Indígenas el virus ha llegado a 735 municipios y 10 áreas no municipalizadas

Es TIEMPO DE SALVAGUARDARNOS, los Padres Espirituales dicen: 

La pandemia es una oportunidad para renovar el espíritu y la relación con la Madre Tierra, con nuestras familias, comunidades y en general como sociedad. Esta no es la primera batalla que los pueblos indígenas hemos librado, debemos seguir siendo resilientes, pues la pervivencia es un mandato ancestral que aviva nuestras fuerzas.

Análisis ante la crisis y emergencia de salud

La debilidad del sistema de salud colombiano ha evidenciado la precaria capacidad para atender la crisis de salud pública generada por la pandemia. Si bien el personal médico y de salud ha realizado una labor heroica en la primera línea para la atención de las personas contagiadas, no cuentan con todas las condiciones requeridas para esta circunstancias: equipamientos, medicamentos y salarios justos y oportunos; por su parte, la ciudadanía en condiciones de pobreza, desempleada y vulnerable tampoco cuenta con una política que garantice la Renta Básica que permita el acatamiento de las medidas de cuarentena / aislamiento selectivo que se exigen desde el gobiernos nacional y municipales.

Actualmente, nos encontramos en una situación de crisis y de emergencia, de colapso hospitalario porque en general en el país se bajó la guardia y se promovió la reactivación económica junto con la denominada nueva realidad; estrategias que amparados por el lema del autocuidado no destinó los recursos necesarios para enfrentar el impacto de la pandemia. La realidad que se vive en el país demuestra que se requieren políticas e inversión del gasto público; Colombia es el país del mundo que menos recursos ha destinado para enfrentar la pandemia y la prioridad no ha sido el sistema de salud y la vacunación, ni las economías de las familias más vulnerables, sino el sector financiero[1].

Un aspecto fundamental que señalan los expertos es que el Gobierno Nacional no dio las respuestas necesarias en cuanto a infraestructura hospitalaria para atender la pandemia, si bien se incrementaron las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), pasando de 5.300 a 11.909[2] disponibles en el país, estas no cuentan con el talento humano calificado y requerido para su efectivo funcionamiento, de tal forma este número de UCI que aparecen reportadas no necesariamente funcionan en la realidad, así la información registrada en el SISPRO da cuenta que se están utilizando en la actualidad un total de 4.966 camas y se encuentran disponibles 2.965[3]. De tal forma, existen problemas con los sistemas de información y no se ha hablado con claridad al país sobre este tema ni sobre las vacunas.

Ante la grave situación, diversas organizaciones sociales, académicos y comunidad en general publicaron un comunicado a la opinión pública ¡Cuarentena con hambre y vacunas ya[1]!, exigiendo las garantías básicas para la protección de la vida que el gobierno al día de hoy no ha prestado a toda la sociedad colombiana, en especial, los más pobres y vulnerables. Desde la ONIC apoyamos este llamado y seguiremos en la consulta espiritual y discusión sobre las medidas específicas para las comunidades y pueblos indígenas en materia de vacunación.

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